viernes, 7 de octubre de 2011

SPIRIT WOLF CLAN

Te invitamos los próximos 9, 10 y 11 de Diciembre al "Spirit Wolf Clan" conducido por Micky Gallardo, Director del Clan del Lobo y uno de los integrantes de Wolf Dancers.

Lugar: Valencia
RuedaPrecios validos hasta el día 25 de noviembre, despues de este y hasta el 
día 4 de diciembre, el precio se incrementará en 10 €. más, siendo el día 4 de diciembre la fecha limitede inscripción.
Socios - 90 .
No Socios - 100 .
Niños menores de 14 años - 60 .
RuedaActividades: Nos alojaremos en albergue, en un entorno privilejiado rodeado de bosques y cercano a un pequeño poblado de tipis donde realizaremos conferencias, pasearemos en la noche, aprenderemos cantos sagrados Lakota, conoremos algunas de sus leyendas alrededor del fuego nocturno y danzaremos juntos, mientras aprendemos algo de la tradición y cultura de las tribus de las praderas, en este casonos centraremos un poco más en las ceremonias sagradas y la espiritualidad, disfrutando al aire libre de un eclipse total.
RuedaDeberás traer: Saco de dormir, linterna, ropa de abrigo, tambor o maraca (si tienes),
RuedaPara hacer tu reserva: Puedes realizar tu reserva ingresando el total en el siguiente numero de cuenta, indicando claramente tu nombre completo, ES IMPORTANTE QUE NOS CONFIRMES TELEFONICAMENTE UNA VEZ HECHO EL INGRESO.
La Caixa
2100 - 5640 - 65 - 0200055930
a nombre de Miguel A. Gallardo

miércoles, 21 de septiembre de 2011

CABALLO LOCO (TASHUNKE-WITKO)


Si hay un nativo Americano que dejo por su pueblo hasta la ultima gota de su sangre ese es Caballo loco, sepamos un poco mas de el:
"...Todo el mundo le amaba. Sus ojos atravesaban las cosas.Cuando el pueblo se dolía de hambre, dejaba de comer…No pudieron matarle en el campo de batalla. No tendría algo más de treinta años cuando murió."Muchos mitos se han tejido de los aborígenes del norte americano, en casi todos, la mano tramposa del conquistador europeo lo ha vilipendiado como gente vengativa, traidora, nada fácil de "atraer" a la cultura occidental. La nación sioux estaba compuesta de muchos pueblos nómadas, que diseminados por las grandes praderas, tenían por costumbre singular, seguir la ruta de los búfalos que atravesaban de norte a sur el territorio estadounidense. Inmensas planicies, si acotamos que en su interior, en la mencionada ruta, cabe cómodamente Venezuela. Estos aborígenes, eran por naturaleza guerreros entre sí, pero hasta un cierto punto. Al contrario del carácter sanguinario con que lo han pregonado los filmes de Hollywood, cuando peleaban, era más el ritual que la lucha en sí, y entre algunas familias, hasta se elegían los contendores. Raras veces en alguna batalla tribal, los muertos pasaban de 10, y, si era muy importante el caído, se lo recogía y se retiraba el contendor en señal de derrota, por el designio de Wakantanka, máximo dios de todos ellosTashunka Witco (en lengua oglala), nació al este de Paha Sapa, en las Colinas Negras de Dakota del Sur, en 1845. Hijo de un hombre de medicina del mismo nombre. Apenas datos aislados, llenan la vida de quien fuera un hombre de extrema humildad, que se dedicó por entero a la obediencia de un sueño que de adolescente, marcó el resto de sus días. Un Gran Espíritu le ordenó no usar nunca los tocados de jefe, que no se pintara como tampoco a su caballo, sólo un baño de tierra antes de un combate; que sólo una pluma lo distinguiera, que siempre fuera el primero en el combate, que nunca obtuviera trofeos de ellos como cabelleras, pero, por otro lado, que nunca abandonara a los más débiles de los pueblos donde llegara. Al cumplimiento de estas órdenes, sería favorecido con la protección divina: Ninguna bala o sable lo tocaría.


La suya fue una vida solitaria, escurridiza, excepto al final, jamás entabló diálogo con el hombre blanco. Habitó en muchas ocasiones en cuevas en las que pernoctaba. Siempre repartía regalos de pieles y carne seca a los más desposeídos de los pueblos que visitaba. Era un Caballo Loco, que nadie domaba.
La guerra lo marcó desde niño. Presenció el famoso incidente que proporcionara una vaca de una migración mormona, que, perdida, fue cazada por un sioux. El comandante del Fuerte Laramie quiso apresar al victimario y, en lo posible, humillar al pueblo de Oso Conquistador, a quien de un disparo de artillería, hirieron de muerte. Los guerreros tomaron represalia y mataron a 30 hombres, comandante incluido, John Grattan (17/08/1854). El hecho desencadenó actividades genocidas como represalia y varios pacíficos pueblos cheyennes y brulés fueron masacrados (Cañada de Arena, Washita, Agua Azul) a pesar de los tratados que se firmaban.Por suerte Caballo Loco estaba ausente (Agua Azul), pero cuando llegó, no dio crédito a lo que vio, todo el pueblo muerto en cuestión de minutos, dejándolo impresionado el poder de alevosía del conquistador blanco.En un encuentro con los Pawnees, donde saliera victorioso, se cargó con dos cabelleras y antes de que pudiera montar, fue herido de un flechazo en la pierna. Su amigo Bulto que conocía de su sueño, le obligó a tirar las cabelleras, y le salvó la vida.





A los 20 años ya era muy conocido entre los suyos por su coraje en la ofensiva. Ayudó como pocos a Nube Roja en su guerra victoriosa contra la brigada de Fetterman (1865-1868) y por su papel clave en la destrucción del Fuerte Phil Kearny en 1867.


Peleó para impedir la invasión estadounidense en las tierras lakota que siguieron al tratado mentiroso de Fuerte Laramie en 1868, y contra hombres enviados por Custer a las Colinas Negras en 1873, una vez que se descubriera oro en el corazón del territorio sioux. Con el tratado de Fuerte Laramie de 1868, Nube Roja acordó engañado su traslado a las tierras de la reserva. Caballo Loco supo que el objeto de las reservaciones era desaparecer por completo la cultura aborigen de su pueblo, al prohibirles la caza del animal sagrado, el búfalo. Cuando el Departamento de Guerra ordenó que todos los Lakotas se agruparan en sus reservas en 1876, Caballo Loco se convirtió en un líder de la resistencia. Ya estaba aliado con los cheyennes por su matrimonio con una franco-cheyenne Nelly Larrabee y pudo reunir a más de 1200 seguidores oglalas y cheyennes que atacaron al comandante Crook el 17 de junio de 1876, en la batalla de Rosebud, al sur de las montañas Bighorn. Sin dar descanso a los suyos, después de esta victoria, Caballo Loco voló con los suyos y unió sus fuerzas a las de los hungpapas al mando de Toro Sentado, y a las del gran jefe Gall.El 25 de junio de 1876, se dio la batalla al lado del río Little Bighorn, en la que Caballo Loco condujo el ataque victorioso sobre el 7º Regimiento de Caballería que dirigía el propio Custer; lo rodeó desde el norte y oeste, mientras guerreros del jefe Gall divertían desde el sur y oeste. Solo un caballo del regimiento sobrevivió.Tras la victoria de Little Bighorn, Toro Sentado y el jefe Gall se retiraron a Canadá, pero Caballo Loco permaneció en el suyo. El gran pueblo que le seguía sufrió mucha hambre ese invierno y ya en mayo de 1877 tuvo que entregarse porque no podía ver caer muerto a los que conducía. La presencia de Caballo Loco provocó mucha envidia en los suyos porque era el único jefe que no estaba con ellos por rendición o por pacto, como también por el carisma que despertó en muchos blancos que venían expresamente a visitarlo. Había pedido ver al Presidente, pero condicionando que iría con todo el pueblo que mandaba, así como se le permitiera matar los búfalos que fuesen necesarios hasta Washington. No se le permitió.El 5 de septiembre de 1877, hizo resistencia entre los suyos mientras era conducido al calabozo, y en el forcejeo, un soldado le clavó su bayoneta. La acción así como fue de rápida, enmudeció a los presentes. Al enterarlo al pueblo agolpado afuera, lloraron toda esa noche y las dos subsiguientes. Sus padres lo llevaron y enterraron en secreto. No tenía más de 32 años de edad, el hombre de más recia voluntad que aún guardaba Wakantanka para resguardo de sus hijos.

"Sus padres trajeron su cadáver y lo pusieron en una caja. Vi a los dos ancianos yendo solos con el cadáver de su hijo. Nadie los siguió. Se fueron solos y aún los veo marchar. Jamás describieron el sitio al que llevaron el cuerpo de su hijo. Nadie sabe hoy dónde reposa. No importa dónde repose su cuerpo, pues es hierba; pero será bueno estar donde su espíritu se halle"

"...Todo el mundo le amaba. Sus ojos atravesaban las cosas. Cuando el pueblo se dolía de hambre, dejaba de comer. Era un gran hombre. No pudieron matarle en el campo de batalla. No tenía más que unos treinta años cuando murió".Alce Negro



Nota: las fotografias aqui representadas no se puede asegurar con certeza que pertenezcan a caballo loco ya que se dice que nunca se dejo fotografiar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

LOS NAVAJO


reserva de los indios navajo
Los navajo se llaman a sí mismos "dineh", el pueblo. La palabra navajo proviene de un vocablo tewa "navahuu", que significa campo de cultivo en cauce seco.
Las crónicas de principios del siglo XVII distinguían a los navajo de los demás apaches por ser excelentes agricultores, pero en un principio invadían y saqueaban los asentamientos pueblo para robar ovejas y caballos como los demás apaches. Pronto desarrollaron una economía basada en la ganadería, la agricultura y los asaltos.

Cuando el gobierno de Estados Unidos se anexionó el territorio navajo en 1849, las bandas de guerreros y asaltantes suponían una temida amenaza. No estaban organizados en tribus, sino en comunidades y grupos familiares independientes. Durante muchos años el gobierno trató de detener los saqueos para que se establecieran los colonos pero la tensión continuó.
Durante la guerra civil norteamericana el gobierno quería mantener los territorios de Nuevo Méjico y Arizona para dejar abiertas las líneas de comunicación con California, pero necesitaba parar los asaltos de los apaches, sobre todo los mescalero y navajo. La En 1863 se le encargó al coronel Christopher Carson la misión de reunir a estos indios y trasladarlos a la nueva reserva del centroeste de Nuevo Méjico, por lo que envió a algunas bandas y jefes locales mensajes de que se fueran o los expulsarían.

La mayoría de los navajo, repartidos en pequeños grupos dispersos, nunca oyeron el mensaje. Carson mantuvo la táctica de quemar los poblados, destruyendo cultivos de maíz, huertos, hogans, pozos de agua y ganado. Más de 1000 personas murieron, fueron heridas o capturadas. Los navajo no tenían dónde esconderse ni qué comer.
En 1864 se habían rendido 8000 navajo y comenzó la "Larga Marcha", uno de los episodios más desoladores de su historia. Más del 10% de los cautivos murió en el camino hacia Fort Sumner. Fueron brutalmente tratados mientras recorrían a pie más de 500 kilómetros. No todos los navajo se unieron a la Larga Marcha, muchos fueron vendidos como esclavos, otros se escondieron en el Gran Cañón y otros se unieron a otros grupos.

hombre medicina navajo
Los que vivieron en Fort Sumner relataban su experiencia como una época de desesperación y privación. Había poca comida, no tenían mantas, la enfermedad y las epidemias eran constantes... Al estar confinados con sus enemigos tradicionales, los apaches mescalero, las tensiones eran múltiples. La sequía y la pobreza abocó al fracaso de la reserva. El horror de la Larga Marcha y el encarcelamiento en Fort Sumner siguen siendo hechos fundamentales en la historia y conciencia de esta raza.
Cuando los navajo pudieron regresar a su tierra, cinco años más tarde, volvieron a establecerse enseguida como ganaderos y agricultores, desarrollando también la artesanía. Los navajo son famosos por sus tejidos y orfebrería. La tribu prosperó y creció y hoy día es una de las más numerosas de Norteamérica, aunque no todos pueden vivir de la tierra, ya que en los años 30 ya no quedaban pastos para el ganado y el gobierno federal ordenó su reducción, lo que fue una tragedia para los navajo.

vivienda tipica navajo,llamada"hogan"
Las ceremonias de los navajo, como las de los apaches se celebran cuando son necesarias para recuperar la salud y asegurar la bendición y existencia. En el universo de los navajo había dos tipos de seres: los de la tierra (humanos), y los sagrados (seres sobrenaturales, sagrados, poderosos y misteriosos).
Creían que el universo funcionaba en virtud de ciertas reglas que todos debían respetar. Si las observaban estarían seguros en un mundo armonioso, cuando estas reglas se rompían se originaban las enfermedades o el daño, y se celebraban las ceremonias para pedir a los seres sagrados que restituyeran el equilibrio.
artesana navajo
Dentro de estas complicadas ceremonias se hacían pinturas y se recitaban oraciones. Existían más de 800 formas de pinturas de arena, relacionada cada una de ellas con un canto y ceremonia determinada. Se dibujaban dentro de los hogans, centro de la vida familiar.

mujer navajo haciendo harina
de maiz de la forma tradicional,
con dos piedras.
Los seres sagrados principales eran los "yei", representados generalmente rodeados de un arcoiris. Los yei aparecían entre la gente al octavo día del Cántico llamado Camino de la noche (yeibichai), como instrucción para los niños en los misterios del mundo de los espíritus. Al final de la representación se quitaban las máscaras como señal de la conexión del mundo humano y espiritual.
La leyenda del navajo nos cuenta que tuvieron que pasar por tres mundos antes de emerger en el actual, y los espíritus pusieron cuatro montañas sagradas para definir el territorio navajo. Después el "hombre primero" creó el mundo. Asimismo, la "mujer Araña" enseñó a las mujeres a tejer como modo de vida, y todas las representaciones artísticas de este pueblo tienen un fondo metafísico.
indios navajo,Nuevo Mexico
Así, en una cesta típica ritual el fondo redondo simboliza el mundo actual (4º mundo), el área circundante representa la tierra, seguidamente las cuatro montañas sagradas y el cielo, con las nubes y la oscuridad. Los diseños triangulares externos, representan a los espíritus y el borde superior de la cesta, la relación con el mundo.

martes, 23 de agosto de 2011

El árbol, la cascada ,el oso pardo... cada uno de ellos encarna la fuerza.... y como tal es objeto de reverencia.
Ohiyesa, Sioux Santi

viernes, 5 de agosto de 2011

Cuando más inteligente es un hombre, más necesita que Dios lo proteja de creer que lo sabe todo.
George Webb, Pima
 
Nos movemos hacia adelante y nos transformamos en aquello en lo que pensamos. ¿No es hora de que nos detengamos a pensar en que pensamos?
Donm Coyhis, Mohicano
 
Mi tío siempre me decía:
"Debes seguir el ejemplo del lobo. Aún cuando, tomado por sorpresa, corre para salvar su vida, hará una pausa para mirarte una vez más antes de emprender su retirada final. Por eso, siempre debes echar una segunda mirada a todo lo que ves."
Ohiyesa, Santee Siux
Los ancestros dijeron:
"Ten paciencia, muchacho. Mira a tu alrededor. Comprende quien eres, de dónde vienes y por qué y adónde vas. Comprende que el tiempo está de tu lado y que el hecho de que alguien haya inventado un reloj no te obliga a apresurarte en la vida. Si comprendes eso, sabrás cómo usar el tiempo. Por lo tanto la vida ya no es un problema. Hoy ya no es un problema. Nada es un problema, porque tú comprendes que el tiempo no existe."
Russel Means, Lakota

jueves, 4 de agosto de 2011

MONUMENTO A CABALLO LOCO (TASHUNKE-WITKO)

El conocido como Memorial de Caballo Loco se encuentra en una montaña de las Black Hills, también en Dakota del Sur, sirviendo de monumento en recuerdo del bravo guerrero de los Oglala Lakota llamado Thašųka Witko, Caballo Loco. Dado que el monumento del Monte Rushmore ha motivado grandes polémicas entre los nativos americanos, sobre todo porque se asienta en terrenos que los Lakota mantuvieron como propios hasta la Guerra de las Black Hills a finales del siglo XIX, diversos representantes de varias tribus de la región decidieron levantar un monumento en honor a uno de sus más conocidos guerreros que sirviera a la vez de lugar para la reivindicación de su cultura y de recuerdo histórico, además de emplazamiento turístico. La idea tampoco ha estado libre de problemas entre los propios nativos americanos, a fin de cuentas aunque el territorio, en teoría, había sido cedido a los Lakota como espacio sagrado en virtud del Tratado de Fort Laramie de 1868, perteneció anteriormente a los Cheyenne a quienes los Lakota desplazaron forzosamente.
Esta contrapartida al Monte Rushmore puede llegar a convertirse algún día en la montaña esculpida más grande del planeta. Se supone que, si se logran los fondos necesarios y las obras no se detienen, dentro de mucho tiempo la montaña tendrá la forma del guerrero mencionado montado sobre un caballo al galope. De momento, lo que se ha llevado a cabo, esto es, la cabeza del guerrero, no es más que una pequeña parte del monumento pensado, que tendrá, de ser llevado a cabo, 170 metros de altura y 195 metros de longitud. La cabeza de Caballo Loco que puede contemplarse en la actualidad es muy grande en comparación con las del Monte Rushmore, pues cuenta con 27 metros de altura.
Hoy, día 3 de Junio, se cumplen precisamente los sesenta años del comienzo de la construcción de esta monumental escultura en la roca de las Black Hills. Nadie sabe si se terminará alguna vez, pero para hacernos una idea de cómo podría llegar a ser, véase la siguiente fotografía en la que en primer término aparece un modelo a escala del conjunto final y, al fondo, se observa el estado actual de la montaña.
En el momento de su muerte, Caballo Loco debía de tener 34 o 35 años. Nadie lo fotografió ni se dejó hacer retratos. La única manera de adivinar su aspecto era a través de cinco guerreros indios, muy ancianos, que lucharon a su flanco en Little Big Horn y que aún vivían. 

Korczak escuchó hechizado la historia, y pidió algo de tiempo. Se alistó como voluntario durante la Segunda Guerra Mundial. Nada más volver a Norteamérica sintió la llamada de Caballo Loco y supo que ese sería el proyecto de su vida. Korczak rumiaba ya la idea de hacer algo distinto a los bustos egregios del Monte Rushmore, algo imponente y desafiante, que superara en altura al famoso monolito de Washington. El escultor hizo un boceto que llegó al alma a los sioux: Caballo Loco, a lomos de su corcel y apuntando con el brazo izquierdo «a las tierras donde yacen» sus muertos. El primer año lo dedica Korczak a colonizar su montaña con el mismo espíritu de los buscadores de oro del lejano Oeste. Su casa será una pequeña tienda de campaña, y día tras día trabaja infatigable en la construcción de una escalera de madera de 741 peldaños para llegar a la cima. En mayo del 48 llega por fin la primera explosión, que hace saltar por los aires 10 toneladas de granito. Por aquel entonces se une a la tarea titánica su mujer, Ruth, y juntos deciden echar raíces a los pies de Caballo Loco. Despacio, aunque seguro, Korczak va ganándole la batalla a la montaña a golpe de dinamita. Subsiste a base de donaciones y rechaza una millonaria subvención del Estado, porque no quiere que los federales se apropien de su proyecto y traicionen la causa india. Muchos lo tachan entonces de loco y lo comparan con el capitán Achab, a la caza de la ballena blanca. Pero el escultor, que va adquiriendo un aspecto de genio alucinado, persiste en su labor y embarca en la aventura a sus hijos, 10 en total. «Si empezáis algo en vuestras vida, haced lo posible por acabarlo», es el lema que les inyecta en la sangre. En vez de apagar velas, los niños celebran sus cumpleaños con detonaciones. De todos los hijos, hay uno que sale especialmente díscolo, Casimir. A los 16 años, sentado en el borde de lo que será algún día el dedo de Caballo Loco (entonces había que echarle muchísima imaginación), Casimir proclama: «¡Esto es una locura!», y decide dejar atrás el delirio de piedra de su padre. Al cabo de los años vuelve, y siente el mismo y misterioso tam-tam de las Colinas Negras, y su destreza con los explosivos lo convertirán en digno sucesor de Korczak, herido ya de muerte por su amor a la montaña: decenas de huesos rotos, cuatro operaciones de espalda, artritis crónica, dos ataques al corazón... Antes de morir, en 1982, aún tiene energías para ayudar a sus hijos a dibujar sobre la roca la silueta del caballo. Su mujer, Ruth, recoge en mano el testigo y se compromete a seguir sus designios: «Nunca olvides tus sueños». 

jueves, 28 de julio de 2011

LOS CROW (INDIOS CUERVO)

OJEADORES CROW
JEFE CROW

GUERRERO

Este pueblo de indios norteamericanos era muy guerrero, orgulloso y despreciaba a los blancos.
En su propia lengua se llamaban apsaroke, que quiere decir el pueblo del pájaro. Más tarde, los franceses., con quienes primero entraron en contacto, les llamaron Gente del cuervo, de donde proviene el nombre inglés de crow. Los hidatsa, tribu con la que están emparentados, los conocían como hijos del ave del pico largo.

Asentados en Montana

La lengua de estos nativos norteamericanos era la misma que la de los sioux y estaban instalados, principalmente, en lo que hoy es el estado de Montana, en el curso del Yellowstone y su afluentes; pero también algo más al sur, en el río Wind, ya en el estado de Wyoming. Pero no era este su territorio original, pues, al igual que el resto de las tribus, como cheyennesarapahoecheroquis o pies negros, fueron desplazados hacia el sur por la expansión de otras tribus algonquinas e iroquesas.
GUERREROS CROW
Hasta mediados del siglo XVIII formaron una gran nación junto con los hidatsa, de los que nos ocuparemos en otro artículo, y junto a ellos llevaron a cabo la migración que los llevó desde Minnesota y Wisconsin, junto a los Grandes Lagos, hasta Dakota del Norte, hasta que, sin que sepamos los motivos, decidieron separarse y encaminarse en solitario hasta Montana y el centro y noroeste de Wyoming. Más tarde, la misma tribu se dividió en dos: los crow del río y los crow de la montaña.
GUERRERO
GUERRERO
Los Crows pertenecían a la familia de los Sioux y antes de la llegada de los blancos practicaban de forma sedentaria la agricultura y la caza. Se separaron de sus hermanos los Hidatsa hacia el año 1750, quizás porque ya poseían caballos y prefirieron una vida nómada en persecución de los bisontes; abandonaron pues, sus chozas de madera y tierra a cambio de tiendas de piel, y se establecieron en la curva que forma el Misuri. Su habita variaba según las estacones. En verano, referían la frescura de las estribaciones de las Montañas Rocosas, en cuyas mesetas encontraban fértiles pastos para sus caballos, así como gran abundancia de caza: ciervos, venados, antílopes, osos y carneroa salvajes. En otoño volvían a las llanuras para colocar trampas para castores y , sobre todo, para cazar los bisontes que constituían su reserva de carne seca para el invierno. Cuando llegaba el frio se refugiaban en los bosques que crecían a lo largo de los cursos de agua: por allí erraban aún algunos grupos retrasados de bisontes y, hasta cuando caía la nieve abundante, la corteza de los álamos les garantizaban el forraje para sus caballos,
Se cree que hacia 1830, los Crows, distribuidos en diversos grupos, eran unos 5.500 individuos, 1.200 de los cuales eran guerreros; vivían en 400 tiendas y poseían 10.000 caballos. En las vastas extensiones que más tarde se llamarían Montana, residían también otras tribus, como los Mandan, y los Vientres Gordos, los Nariz Horadada y los Minetarees, con los que mantenían relaciones amistosas; pero los Dakotas, los Cheyennes, los Pies Negros, los Cabezas Planas y los Arapajos se contaban entre sus más feroces enemigos. Estas rivalidades mantenían vivos en el corazón de los jóvenes bravos los instintos guerreros.
La caza, tan importante como las reyertas, era vital y ocupaba una buena parte de la actividad de los hombres. No pescaban, ni mucho menos consumían la carne de los peces, ya que las criaturas que viven en el agua eran consideradas como alimento impropio del género humano. Los Crows armados con sus arcos, abatían facilmente a los cérvidos, pero si se trataba de los bisontes, tenían que medir sus fuerzas con el adversario de altura. En los antiguos tiempos, los Crows utilizaban el método de  la "voltereta", que consistía en asustar a un grupo de bisontes desviándolos hacia un barranco, al que caían algunos de ellos empujados por sus congéneres, rompiéndose las patas. El cazador también practicaba la aproximación lenta a la presa, hasta poder disparar sus flechas a una distancia conveniente, disfrazado con una piel de lobo, basándose en el hecho de que los bisontes machos no huirían de los lobos, sino que los hacían frente colocándose en círculo alrededor de las hembras y de las crías para protegerlas. Convertidos en jinetes, los Crows adaptaron sus movimientos estratégicos a las reacciones del bisonte : divididos en dos columnas, se acercaban al rebaño encerrándole poco a poco en una amplia tenaza. En cuanto los bisontes se sentían acosados se lanzaban al galope; pero el círculo de cazadores, que se cerraban entre ellos lo mejor posible, interrumpían la dirección de la carrera, obligándoles a desviarse, sobre todo a los animales de la cabeza, de forma que el rebaño se veía obligado a dar la vuelta. Maniobrando en medio de esta refriega, los Crows abatían algunos bisontes, bien hiriéndolos con las lanzas, bien disparándoles flechas, Pero podía suceder que un animal herido, enloquecido por el dolor, atacase a los jinetes y desmontara a alguno de ellos: el hombre corría entonces peligro de morir pisoteado. A causa del movimiento que se obligaba a adoptar al rebaño, los bisontes tendían a presentarse de costado, lo que permitía a los cazadores apuntarles al corazón, detrás de la paletilla izquierda, o al vientre, detrás de la última costilla:  y, en esos casos, una flecha disparada casi a quemarropa podía penetrar en el cuerpo del animal con tal fuerza que lo atravesaba de parte a parte. Esta herida no era fulminante pero si mortal de necesidad. El Crows ponía todo su amor propio en  no emplear más que una flecha para matar a cada bisonte, porque cuando las mujeres descuartizaban la pieza, sabían identificar las flecha de cada hombre, y no dejaban de contar a quien quisiera oírlas en el campamento su falta de habilidad y el número de flechas inútiles con el que había agujereado a la infeliz víctima.
Desde que tuvieron fusiles, los Crows adquirieron la constumbre de recargar al galope de su montura. Verter la carga de pólvora mediante el cuerno era todavía cosa facil; pero el hallazgo consistía en guardar las balas de plomo en la boca: así bastaba con escupir una en el cañón, a través del cual descendía para ir a situarse sobre la pólvora; se cebaba el fusil dando golpes en la culata, de forma que un poco de la pólvora cayera en la cazoleta, y la chispa de xiles hacía el resto. De esa forma, sin taco ni baqueta, los cazadores disparaban sobre los bisontes a 10 ó 15 pasos, manteniendo el fusil separado del cuerpo.
Para los Crows el bisonte era la más bella creación del Autor de Todas las Cosas, ya que tenía el don de proporcionarles con abundancia todo lo necesario para vivir. De hecho, la caza del bisonte revestía cierto carácter sagrado: se oraba al Espíritu del Bisonte para que fuera favorable, se le respetaba u se le pedía perdón ppr coger su carne y su piel. Después de la caza era costumbre dejar el corazón del animal donde se le había cazado, en un gesto que significaba la voluntad de sembrar un nuevo bisonte. Dado que la providencia del Autor de Todas las Cosas se manifestaba a sus hijos a través de este poderoso maná, todos los actos de agradecimiento o de imploración debían transcurrir por las mismas vías; de ahí la presencia del cráneo del bisonte en las tiendas y su utilización durante las ceremonias religiosas, sin olvidar todas las formas de representación gráfica y simbolica que expresaban en el arte de los Crows.
En cuanto los animales eran abatidos, las mujeres se dirigían hacia allí para proceder el descuartizamiento; los pedazos de carne que se iban cortando se colocaban sobre la piel extendida, que serviría después para envolverlos. Mientras cortaban y deshuesaban, las obreras masticaban algún rico pedazo crudo; pero el mejor bocado se reservaba para el cazador: el hígado, todavía caliente, del cual saboreaba una enorme porción. Para transportar los pesados fardos hasta el campamento, las mujeres los arrastraban o los cargaban sobre el trineo. Una parte de la carne se consumía fresca, y el resto se ponía a secar. Pero el bisonte no se limitaba a saciar el hambre del Crow: también le calentaba, le abrigaba y le vestía con su piel, le proporcionaba sacos para guardar sus cosas, arneses para sus cabellos y toda clase de cuerdas y correas para sus herramientas. De sus huesos se podía obtener desde el más fuerte rascador a la más fina de la leznas, pasando por puntas de lanza o de flecha. Dejando secar los nervios (en realidad la membrana aponeurótica de los músculos dorsales) se extraían fibras cuya finura y solidez permitían la costura y el bordado. Retorciéndolas, se confeccionaban perfectas cuerdas de arco.
Se estima que había unos 75 millones de bisontes en el continente americano al comienzo del siglo XVIII. Cuando llegaba el verano, período de reproducción, las manadas dispersas se reunían en gigantescos rebaños, movedizos como las olas del mar, que invadían la pradera hasta los límites del horizonte. Entonces los machos se enfrentaban en durísimas luchas, entre nubes de polvo, bajo la mirada plácida  de las hembras. Durante el resto del año los bisontes vivían en grupos dispersos por las regiones más variadas. Ni siquiera la llegada del invierno hacía que se produjeran migraciones masivas hacia el sur, ya que numerosas manadas preferían afrontar, sin movilizarse, la nieve y el frío. En este periodo, los bisontes presentaban su mejor aspecto: su carne era abundante en grasa,  y su piel mucho más espesa; después, en cuanto comenzaba la primavera, los bisontes perdían su vestidura invernal, que se les desprendían en grandes puñados de pelo revuelto. Los Crows escogían este momento para preparar sus provisiones de mantas y de vestidos cálidos y, sobre todo, de carne seca; la caza entraba en un periodo de intensa actividad.
Hacia  1830, los hombres blancos comenzaron a saquear esta inmensa reserva viva de carne; se pensaba que era inagotable, e incluso se la estimaba molesta cuando bloqueaba las vias del tren o el paso de las carretas. La invención de los rifles de repetición y la necesidad de pieles que Europa manifestaba, transformaron la caza en matanza. No se aprovechaba más que la lengua, algún pedazo escogido y la piel, y se dejaba pudrir el resto de aquella carne maravillosa. De esta forma, al comenzar el siglo XX, solo por muy poco se salvo el bisonte de la extinción total: ya no quedaban más que una veintena.
EL MARAVILLOSO BISONTE:
HOMBRE MEDICINA
Os pongo una relación de todo lo que les proporcionaba el bisonte.
PARA QUE USABAN LOS CUERNOS: Adornos para la cabeza, recipientes para la pólvora, ojales de lazo, cucharas, recipientes varios, enderezadores, flechas etc etc...
QUE LOGRABAN CON LA PIEL CRUDA: Lazos trenzados, cubierta de arzones, arneses, correas y cuerdas, refuerzos y sujecciones, mangos para herramientas etc etc...
CON LA PIEL CURTIDA: Cubierta de tiendas, bolsas para transportar sus comidas y enseres, forros de sillas de montar, y con la PANZA: Cubos para el agua, recipientes de cocción etc etc...

CON EL CUERO CRUDO: Escudos, fundas para cuchillos, recipientes diversos, paraflechas, bolsas, suelas de sus calzados, etc etc...º
CARNE: Carne seca, "pemmican" , etc etc ...
CON LOS TENDONES : Fibras para coser, cuerdas de arco, cuerdas diversas etc etc...
CON LA PIEL: Mantas para abrigo, mantas para caballos, gorros y manoplas para todos, 
CON EL PELO: Relleno de sillas de montar, cuerdas trenzadas, adornos, etc etc,,,
VIEJO GUERRERO
CON LA BOSTA : Combustible.
CON LAS PEZUÑAS: Sonajas, Cola (pegamento),
CON EL RABO: Matamoscas. etc etc...
CON LA PIEL CURTIDA: Abrigos, camisas, polainas, bandas de los calzones, vestidos, mocasines etc etc...
CON LOS HUESOS: Médula, rascadores para pieles, leznas, puntas de lanza, patines de trineo, pinceles, etc etc...
SESOS, HIGADO: Vitaminas, ingredentes para curtir. etc, etc...
GUERRERO
GRASA: Jabón...
GUERRERO
LENGUA: Cepillos para el pelo....